Español Biblia online - (Versión Reina Valera 1960) La Santa Biblia - Inicio

  Gn Ex Lv Nm De Js Jue Ru 1Sm 2Sm 1Re 2Re 1Cr 2Cr Еsd Nh Еst Jb Sal Prv Еc Cn Іs Jer Lam Ezq Dan Оs Jl Аm Ab Jon Mi Nh Hb Sf Hg Zc Ml
  Mat Mar Luc Jun Hec Rom 1Co 2Co Gal Efe Flp Col 1Te 2Te 1Ti 2Ti Тit Flm Heb San 1Pd 2Pd 1Jn 2Jn 3Jn Jud Apc

1 Corintios capituló 8 - Reina Valera 1960

Reina Valera 1960 audio - 1 Corintios capituló 8 mp3

Lo sacrificado a los ídolos

1. En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica.

2. Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo.

3. Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él.

4. Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios.

5. Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores),

6. para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.

7. Pero no en todos hay este conocimiento; porque algunos, habituados hasta aquí a los ídolos, comen como sacrificado a ídolos, y su conciencia, siendo débil, se contamina.

8. Si bien la vianda no nos hace más aceptos ante Dios; pues ni porque comamos, seremos más, ni porque no comamos, seremos menos.

9. Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles.

10. Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a los ídolos?

11. Y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió.

12. De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis.

13. Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano.